INTENTO DE ROBO ARMADO TERMINA EN ABRAZO GRUPAL

Awwww… uhm, no, un momento, ¿cómo?

Así como lo leen. La Policía de Capitol Hill está absolutamente confundida por esto y con toda razón. El intento de robo empezó con una muchacha siendo apuntada a la cabeza con un arma y terminó en un abrazo de grupo.

Hacia la medianoche del 16 de Junio, un grupo de amigos estaba terminando de comer su cena de bistecs marinados y camarones en el patio trasero de una casa en el Distrito de Columbia. Entonces un hombre encapuchado entró por la puerta que, muy inteligentemente, estaba abierta y apuntó con un arma a una muchacha de 14 años.

“Denme todo su dinero o disparo,” dijo, según afirman testigos.

Todos los presentes se quedaron congelados. Hasta que uno de los invitados habló.

“Justo estábamos terminando de cenar,” dijo Cristina Rowan al hombre. “¿Por qué no se toma una copa de vino con nosotros?”

El intruso entonces tomó un sorbo del Chateau Malescot St-Exupery y exclamó “Demonios, que buen vino.”

El padre de la muchacha le dijo que tomara toda la copa, Rowan le ofreció toda la botella.

El ladrón, ya sin capucha, tomó otro sorbo y comió algo de queso. Guardó entonces el arma en sus pantalones.

Aquí es donde ya las cosas se vuelven REALMENTE extrañas.

“Creo que vine a la casa equivocada,“ dijo antes de disculparse. “¿Me pueden dar un abrazo?”.

La primera en levantarse fue Rowan, quien trabaja en una escuela, y abrazó al hombre. El resto de los invitados la siguió casi inmediatamente.

“¿Por qué no tenemos un abrazo de grupo?” sugirió el casi-asaltante. Todos los adultos accedieron.

Entonces el casi-asaltante salió de la casa unos minutos después. Nadie salió lastimado, nada fue robado… excepto, claro está, la copa de vino con la cual salió el casi-asaltante.

En cuanto éste se marchó, el grupo volvió a entrar a la casa, cerró la puerta y se miró entre sí, atónitos. Llamaron al 911 y la policía llegó para llenar el reporte y buscar huellas digitales.

La policía califica el suceso como algo extraño, pero verdadero. Aún no se ha encontrado un sospechoso, pero se cree que estaba bastante drogado. Ah, que novedad.

“Hemos tenido casos en los que los ladrones se disculpan y cosas así, pero eso de sentarse y tomar vino… Es definitivamente muy extraño.” Dijo la comandante Diane Groomes, agregando que la parte de los abrazos es particularmente inusual. “La parte buena ahora es que gracias a los abrazos sea más fácil que lo puedan identificar.”

La moraleja de todo esto es: recuerden siempre ser amables con la gente drogada. Y con los ladrones.